Anoche te nombré y un triste eco
golpeó incesantemente las paredes
igual que una campana que en la tarde,
convocara a sus fieles.-
Y quise reprimir tanta tristeza
en un intento que, ahogó a mi alma
como una enorme ola que se acerca
y sin sentir piedad, te anega y traga.-
Fue así que entre violentas convulsiones,
mostré todo el dolor, no tuve orgullo
y mi rostro de piedra lloró arena,
mi duro corazón se hizo capullo.-
Pronuncié una oración y lo confieso,
fue dicha de memoria, sin sentido
y al menos me ha servido de remanso
para quedar dormida entre suspiros.-
Hoy cuando desperté dije tu nombre
pero no me atreví a decir te quiero.-
Alicia, mi querida Alicia, amiga,¡cuánto te agradezco tu comentario en "España con lágrimas..."! No tengo palabras;yo esperaba que
ResponderEliminaralguien de este pueblo me dijera algo parecido
a tu comentario y tú,mi muy querida Alicia, has
superado con creces mi deseo que sólo era buscar aliento y dejar ya ésto de ir es cribiendo, o que me aprobaran o no... Si,si,eres para mí excepcional, desde que leí las dos primeras líneas tuyas, y desde ese momento te quise con la ternura de un padre...¿Me perdonas ésto? SE MUY FELIZ.Besos.
Qué puedo decirte querido Paquito, si tú me permites llamarte así; dejar de escribir sería imperdonable porque nos privarías de disfrutar tus escritos.- En cuanto a si te aprueban o no, Dios permita que no le des tanta importancia; escribe para ti, para vaciar o alivianar tu alma, para alegrar a tu espíritu porque con toda seguridad quienes tengamos la suerte de leerte, gozaremos adentrándonos en tus rincones más ocultos.-
ResponderEliminarSigue adelante mi querido amigo, tú sabes que escribes divinamente y así, sólo así nos harás FELICES.-
Mil besos.-