Capricho de monte, rincón de bohemia
la brisa nocturna le baila en la falda a aquella morena
ojos que coinciden, manos que se encuentran
y caen por tierra ángeles que buscan su alma terrena.
Libre fantasía, bosque centinela
testigo curioso de besos profundos, caricias obscenas,
cerca de la envidia animal y ajena
su espíritu busca por entre las ramas a su alma gemela.
Envidia de selva, caricia de bestia,
sus ojos tan verdes de musgos, orquídeas, helechos, bromelias
quiere que la quieran como a esa morena
y está convencida que en ese submundo no hay nadie más bella.
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