Se instala en mis zapatos, me abre la ventana,
me tira de la cama, me hace sonreír
y corre al lado mío como una bailarina
y sin ser adivina sabe todo de mí.
Murmura en mis oídos, me da locas ideas,
pasa la noche entera tratando de decir
de una o mil maneras todo lo que me espera
de esta vida bonita que me tocó vivir.
Oh dulce golondrina que viajas por mi mente
y aunque algo indiferente me olvide yo de ti,
regresas con tu carga de sueños fabulosos
y en vigilia o reposo, me enamoro de ti.
Ahora que te conozco, no me abandones nunca,
quiero darte este ramo de flores de ilusión,
a cambio yo respiro tu aire de fantasía
y toda tu alegría queda en mi corazón.
*
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