Es invisible el tiempo, la soledad, la vida,
invisible el proyecto que se forma en la idea,
invisible es el canto, la música, el suspiro,
invisible me vuelvo y todo tambalea.
A medida que pasan las noches y los días
mi sombra se diluye y me hago transparente,
mi fuerza disminuye, ya nada me sorprende,
sólo me queda el ancla de la palabra escrita.
Apenas sobrevivo sobre el mantel a cuadros
que recoge los pétalos de las rosas marchitas
infinitos silencios, perfumados rosarios
y allá bajo la lluvia lloran las margaritas.
Invisible la fe que mueve a la montaña,
invisible tesoro que no a todos conforma,
el manto protector, la prédica, la norma
así como el milagro que a aquélla dignifica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario