Eras distinta,
como dos gotas de agua,
una de mar y otra de océano
pero ambas destinadas a armonizar mi vida.
Y en esa armonía de tardes frescas en la playa
había noches violentas, tempestuosas y bravas.
Y cuando en esta barca que es la vida misma
perdía la esperanza,
me aferraba a tus ojos tan calmos y perdidos,
a tus manos inquietas tejiendo el aire vivo
y todo el universo conspiraba contigo
para hacerme feliz.
Claro que eras distinta,
ya me lo habían dicho
con los ojos llorosos,
con ese sentimiento de
“sólo a ellos les pasa”
y te vi tan pequeña
como una gota de agua
y supe que eras todo,
todo para mí.
*Myths of Autism
Ilustración
Mariluna - Nicoletta Tomas Caravia
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