Cómo podré calmar mi maternal instinto,
quitarme las caricias de mis manos de alas
o saciar a mis labios de besos pequeñitos
y gritarle a mi vientre que ya no existe nada.
Cómo resistiré a la tierna mirada
del niño que pretende le cuente una vez más
la historia de los duendes que habitan los jardines
y cómo los delfines se ríen sin parar.
Cómo podré vaciar mi regazo guarida,
mi caverna dormida insiste sin cesar
en velar ese sueño que sopla dulcemente
y que tan de repente un día crecerá.
Me siento madreperla, el nido de un hornero,
la mano protectora, el cálido edredón,
la curva del poniente, canción arrulladora,
el seno que amamanta y el duro cascarón.
Porque no haber parido no me da desventaja,
fecunda mi añoranza, amplía mi pasión
y nace de mi cuerpo un sentimiento nuevo
que lleva como nombre “madre de corazón”.
Birth of Love
Vladimir Kush
Que ternura Ali, hermoso. Un abrazo gigante.
ResponderEliminarTantas veces me han dicho que yo no sé lo que se siente hasta no ser madre...entonces pienso que ha de ser un sentimiento tan abrumador y desbordante porque si yo sin serlo, siento como una explosión de amor cuando alzo a una criatura, qué no sentirás tú con madre varias veces, tía otras tantas y ahora abuela de dos chiquitos hermosos. Siento envidia sana, sana porque no me privo de malcriar a cuanto niño pasa a mi lado como si fuera mío....pero envidia al fin, jajaja. Un beso grande, Flor.
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