Me parece increíble que aquí termine todo,
que no exista un atajo o camino escondido,
un paso entre las matas, la vuelta de un recodo,
una senda que nunca se haya recorrido.
Es noche y mi linterna se agota a cada paso,
no encuentro ese refugio que ampare este cansancio.
Dormiré bajo el lúgubre manto de la noche
soñando con estrellas que serán mi remanso.
Me parece mentira que llegue este momento
la rosa de los vientos no sabe qué indicar,
no tengo alternativa, se me acaba el aliento
es hora que la noche me revele su plan.
He dejado mil cosas al borde del camino
creyendo que algún día las volvería a buscar
y ahora me doy cuenta qué poco me interesan
será que no amé tanto, que nada fue verdad?
Qué burla del destino haber juntado tanto
y en mis bolsillos rotos dejado escapar
las gemas más bonitas, amores conquistados,
haber tenido todo y nada que llevar.
Me parece imposible que nada permanezca,
que todo se diluya en el viento o el mar,
nadie firmó contrato, prometió recompensa,
ahora lo comprendo, vivir, vivir nomás.
Pero yo me revelo, me llevo tus sonrisas,
haberte conocido, tu forma de mirar,
las mil y una caricias, el ruido de tu aliento,
me llevo el sentimiento total de libertad.
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