Cuando tiemblen mis manos
y parezcan dos flores deshojadas,
cuando ya no recuerde qué hago aquí contigo,
cuando todo se nuble, cuando todo se olvide,
no me dejes morir.
Cuando nada me incluya, cuando nadie me vea
y ya nadie pregunte, cuéntales lo que fui,
muéstrales mis canciones, las fotos de mi perra,
diles que fui feliz.
Cuando todo se torne un calvario de miedos,
cuando encienda en mi pelo el ridículo sueño y el terror infantil
o despierte llorando con las dudas más tontas,
no te alejes de mí.
Yo confiaré mis manos en tus manos amadas,
yo buscaré en tus ojos las espumas doradas
de las olas eternas bajo un cielo de abril.
Y luego cuando todo se torne más oscuro
y de pronto se huela perfume de jazmín,
yo soltaré tu mano,tú abrirás las ventanas
y en el aire más fresco que habita en las mañanas
podrás verme partir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario