Se escapó de mis manos,
se voló de mi alma,
me dejó tan desnudo
el cuerpo de besos,
mis fuegos de llamas
Se burló del cariño,
se me rió en la cara,
me dejó tan enferma,
de noches oscuras
y de madrugadas.
Se llevó mi alegría
me quitó la esperanza
y en el suelo, abatida,
con su último golpe
me quebró la confianza.
Yo creí que moría
pero no pasó nada
y era tan increíble
que mi cuerpo insensible
todavía llorara.
Y pasaron los años,
cómo pasa la vida!
y te trajo a mi lado
como una resaca
que se acerca a la orilla.
Y no pude vengarme
ni escucharte quería,
sólo di media vuelta
y mi cuerpo, tan sabio,
te dejó una sonrisa.
Imagen del film
Wolf of Wall Street
Muy bueno!!! Cualquier similitud con la realidad... es pura coincidencia!je
ResponderEliminarJajaja. Menos mal que no nos fallan los reflejos porque la venganza nos dejaría expuestas y eso sería como darle a él otra victoria. Un beso.
Eliminar¡Perfecto Ali! No querías venganza, pero en realidad, fue la mejor. Como dice Selva, cualquier similitud con la realidad... jajaja! (Si habré hecho lo mismo)
ResponderEliminarJajaja otra más del club. Pero en honor a la verdad las ganas de cantar las 40 no se te pasan facilmente, jaja.
EliminarHay que tener paciencia... y un buen día le invitas a jugar al truco. Y le cantás las 40!!!
Eliminar...y que se vaya al mazo, jaja
ResponderEliminarSiii, invítalo para que no te quedes con las ganas de "las 40", jajaja! Y que crea lo que quiera... y si se va al mazo, bueno, que se vaya, jajaja!
ResponderEliminarjajaja!
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