Yo sé que estás conmigo, que cocinamos juntas,
estás en esa pizca de azúcar en la salsa,
estás en la receta algo descolorida
escrita por la abuela pero que nunca falla.
Estás en las macetas que dejé abandonadas
y que ahora prometo cuidarlas de por vida
estás en los malvones de flores coloradas
mientras quito las hojas quemadas o amarillas.
Yo sé que aún caminamos muy juntas por la plaza,
que miramos vidrieras y por todo reímos,
yo sé que estás ahora mirando lo que escribo
y en un abrazo tibio susurras en mi oído.
Yo sé que estás aquí cuando quedo dormida
y en un rezo inconcluso el rosario resbala,
estás en los ojitos de un nieto que amarías
que al igual que los tuyos son color verde malva.
Estás en mi garganta y quedas atrapada
por lágrimas que brotan por más que pase el tiempo,
te llevaré conmigo no importa a dónde vaya
como un ángel que vuela muy cerca de mi cuerpo.
*
*
Gran homenaje, con pequeños detalles, que hacen que no la olvides...
ResponderEliminarEs imposible olvidar, verdad? Yo siempre creí que el tiempo cura pero en verdad no cura, ayuda a sobrellevar su falta pero esa herida queda de por vida.
ResponderEliminarHermoso Ali, y tienes razón el tiempo solo ayuda a sobrellevar la falta.
ResponderEliminarBendito tiempo! Que incluso se encarga de seleccionar principalmente los buenos recuerdos. A veces creo que escribo precisamente para atrapar esos pequeños momentos por temor a olvidarlos, porque lamentablemente el tiempo también termina borrándonos cosas importantes dejándonos en una nebulosa, oh maldito tiempo!
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