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Escribo desde siempre. Sin pretensiones intelectuales, ni locas vanidades de reconocimiento. Alentada por la persona que más amé en el mundo, a quien agradezco y humildemente dedico este blog... a mi madre.-

Bienvenidos

Aquéllos que me conocen me reconocen en lo que escribo, los que no, pueden empezar a hacerlo desde aquí; de cualquier manera ten la gentileza de dejar tu sincera opinión.
Ojalá lo disfruten.-

jueves, 30 de enero de 2020

HAY





Hay muñecos de nieve que se ríen de todo 
hay estrellas dormidas en el fondo del mar
hay palomas que vuelan por el cielo infinito
hay plegarias que nunca...se debieran orar.

Hay tifones que abarcan el total de mi pecho
hay risas escondidas que guardo para ti
hay canciones que canto debajo de la lluvia
hay momentos que siento... que me voy a morir.

Hay un pie que conoce los caminos a ciegas,
unas manos que a tientas te logran descubrir
hay un sueño dormido que de noche despierta

y dibuja ilusiones para hacerte feliz.

SI ME VIERAS AHORA



Si me vieras ahora que pasaron los años 
he ganado unos kilos, me amigué con las canas,
he pasado por alto arrugas de mi cara 
y lo que antes dolía, hoy ya no importa nada.

Si me vieras ahora caminando en penumbras
por la casa vacía en plena madrugada
buscando los reflejos de una luna amarilla
y aventando muy lejos el temor a fantasmas.

Si me vieras ahora tranquila, reposada
mirando tu retrato sin derramar más lágrimas
con la calma bendita, con la paz en el alma
y la enorme certeza de saber que me amabas.

y golpean mi mente tus postreras palabras:
“siempre estaré contigo no importa a dónde vaya’’
y explota un sentimiento de madurez serena
que se ensancha en mi pecho y me quita las penas.

Si me vieras ahora que pasaron los años
y vieras lo que veo al mirar el espejo,
seguro entenderías por qué casi no extraño

si te llevo tan cerca como al mismo reflejo.



*

YO NO FUI TU MAMA





Yo no fui tu mamá, no tuve contracciones ni dolor ni náuseas.
Me perdí de sentir otro latido en mi cuerpo,el orgullo de llevar una panza enorme
y la alegría absoluta de que te digan “mamá”.
Sé que nunca tendré el cariño incondicional y eterno que solo un hijo te puede brindar;
nunca habrá en la calle nadie que se parezca tanto a mí, con mis mismos ojos o la misma sonrisa.
Sin embargo, cuando me enteré que vendrías me alegré como nunca;
tejí mil escarpines, adiviné tu nombre y conté los días para tenerte en mis brazos.
Te acuné, te consentí, te adoré, te lloré tanto...
Yo no fui tu mamá, pero lo fui. Yo te cambié pañales, preparé mamaderas,
te hice una piñata y  una corona de rey.
Te llevaba a la escuela, al circo y a la playa y cuando tu manito se aferraba a la mía
entonces yo sentía que Dios estaba allí.
Recuerdo que una noche te desperté muy tarde para ver noctilucas. Al llegar a la orilla
jugamos con el agua tan azul y encendida y al volver empapados comentaste azorado
que parecían estrellas. Nunca más volví a verlas… nunca más quise ir.
Yo no fui tu mamá y sin embargo, me quedaba despierta hasta que regresabas,
amaba tu perfume que hasta ahora lo tengo y pensaba que nunca sería tan feliz.
Yo no fui tu mamá, las estrías que tengo las llevo bajo el pecho
y duelen los recuerdos mucho más que parir.


*