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Escribo desde siempre. Sin pretensiones intelectuales, ni locas vanidades de reconocimiento. Alentada por la persona que más amé en el mundo, a quien agradezco y humildemente dedico este blog... a mi madre.-

Bienvenidos

Aquéllos que me conocen me reconocen en lo que escribo, los que no, pueden empezar a hacerlo desde aquí; de cualquier manera ten la gentileza de dejar tu sincera opinión.
Ojalá lo disfruten.-

viernes, 28 de abril de 2017

PASIÓN



El golpe del pincel sobre la tela                
un baile de cortinas contra el viento,
el mar enfurecido con la arena            
o un ademán flamenco.
El salto de la fiera cuando ataca,
el llanto de una madre ante la cruz,
un aluvión cargado de resaca,
o el cantar andaluz.


La pasión, poco a poco,
nos va llenando espacios,
no es caricia, es un tango
no es capullo, es la flor.
Es la fuerza invisible
tan rebelde y oculta
una firmeza adulta,
es casi una obsesión.


El resonar profundo del timbal,
la fuerza de la orquesta,
el instinto primario y animal
de la lucha y protesta.


En el impacto súbito y genial
de pujar y parir un hombre nuevo
y en un simple susurro maternal
darle su primer beso.


La pasión poco a poco,
se instala en nuestra vida,
nos da la valentía,
nos nubla la razón.
Es el motor golpeando nuestro pecho
que nos hace invencibles
y logra lo imposible
que es ganarle al dolor.

En la concentración del trapecista,
en los celos perversos que nos ciegan,
en golpes sobre el piano del artista
o en olas que golpean.


En la restauración del arte antiguo,
en el atleta llegando a su meta,
en esa confesión de amor ambiguo
que fue pasión secreta.


La pasión poco a poco
nos va dejando solos,
nos suelta de la mano
sabiendo que es mejor.
Nos deja la alegría
de haber vivido tanto
a puro sentimiento
y a todo corazón.

jueves, 27 de abril de 2017

VITRAL



Techo de fino cristal,
claraboya con estrellas,
pareces pequeño mar
donde yo nadar quisiera.


Un capullo en el vitral
se tiñó de luz morada
y me lanzó sus destellos
sobre la almohada.


Envidiosa mi ventana
de sentirme enamorada
por desear lo terrenal
olvidó a su luna blanca.


La luna no aguantó más
paseando la noche entera
y se colgó al ventanal
para mirarme las piernas.


Y una noche de pasión
mi lucerna se quejaba
y en el viento repetía:


“también quiero ser amada”.



sábado, 22 de abril de 2017