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Escribo desde siempre. Sin pretensiones intelectuales, ni locas vanidades de reconocimiento. Alentada por la persona que más amé en el mundo, a quien agradezco y humildemente dedico este blog... a mi madre.-

Bienvenidos

Aquéllos que me conocen me reconocen en lo que escribo, los que no, pueden empezar a hacerlo desde aquí; de cualquier manera ten la gentileza de dejar tu sincera opinión.
Ojalá lo disfruten.-

sábado, 30 de junio de 2018

EL PARAISO DE ABUELO



Cargado está de semillas
el paraíso de abuelo,
contemplo a esa maravilla
que emergió de su cantero.


Ramillete codiciado
por su amor y sus cuidados
que aún luciendo mojado,
gran orgullo le habrías dado.


Como a un chico te mimaba
prodigándote cariño
y a cambio sólo esperaba
tu sombra para los niños.


Ahora que luces frondoso,
independiente y seguro,
desde su largo reposo
mi abuelo te da un saludo.


*

MI ESCUELA


Hay un glorioso soldado en la pared de mi escuela,
hay banderas de Uruguay, Brasil, Chile y Venezuela;
hay tambores y maracas para la clase de canto
y hay un piano muy anciano y que a mí me gusta tanto;
estrellas de mar y un sapo para la clase de ciencia
y hay un maestro muy guapo que tiene mucha paciencia.

A mí me gusta mi escuela porque cultiva el saber
y como estoy resfriada temo no poder volver
pero el día que sea grande y tenga muchos millones
voy a comprar una casa con muchísimos salones.
No va a tener Dirección porque eso sí, no me gusta,
sólo va a haber un rincón por si alguno se disgusta;
no van a haber tizas blancas, solamente de colores,
las tablas no serán tantas, no existirán divisores.

El día que yo sea grande voy a fundar una escuela

y seré yo la que mande y se llamará “Varela”.

*

jueves, 21 de junio de 2018

DIEZ Y DIEZ





No sé si tengo tiempo, acaso ya es muy tarde,
las prisas me dominan en mi loca rutina
y creo que fallezco  justo a las diez y diez.


Me caigo, me levanto, me apuro y permanezco,
en medio de la calle repleta de personas
soy un simple arabesco o una mota de polvo
que nadie más la ve.


Resbalo y me patino, consigo el equilibrio
lo intento y lo repito una vez y otra vez,
de nuevo precipito, colapso en un delirio
mas sé que estoy llegando, me quejaré después.


Y corro y me desangro, escupo mi lamento
y voy casi corriendo a detener el tren.
La máquina se aleja, despido la esperanza
mi maleta descansa en un trillado andén.


Dormiré en los rincones de esta estación helada,
tal vez una paloma se acurruque en mis pies
y con mis emociones soñaré mi llegada,
mañana muy temprano lo intentaré otra vez.


Por suerte al día siguiente el sol pegó en mi cara
tan sucia y demacrada y añorando un café,
tomé mis pocas cosas, corrí, casi volaba,
llegué cuando el silbato sonó a las diez y diez.



*

martes, 19 de junio de 2018

YO SÉ QUE ESTÁS CONMIGO




Yo sé que estás conmigo, que cocinamos juntas,
estás en esa pizca de azúcar en la salsa,
estás en la receta algo descolorida
escrita por la abuela pero que nunca falla.


Estás en las macetas que dejé abandonadas
y que ahora prometo cuidarlas de por vida
estás en los malvones de flores coloradas
mientras quito las hojas quemadas o amarillas.


Yo sé que aún caminamos muy juntas por la plaza,
que miramos vidrieras y por todo reímos,
yo sé que estás ahora mirando lo que escribo
y en un abrazo tibio susurras en mi oído.


Yo sé que estás aquí cuando quedo dormida
y en un rezo inconcluso el rosario resbala,
estás en los ojitos de un nieto que amarías
que al igual que los tuyos son color verde malva.


Estás en mi garganta y quedas atrapada
por lágrimas que brotan por más que pase el tiempo,
te llevaré conmigo no importa a dónde vaya
como un ángel que vuela muy cerca de mi cuerpo.

*

viernes, 15 de junio de 2018

UNA SONRISA



Se escapó de mis manos,
se voló de mi alma,
me dejó tan desnudo
el cuerpo de besos,
mis fuegos de llamas

Se burló del cariño,
se me rió en la cara,
me dejó tan enferma,
de noches oscuras
y de madrugadas.

Se llevó mi alegría
me quitó la esperanza
y en el suelo, abatida,
con su último golpe
me quebró la confianza.

Yo creí que moría
pero no pasó nada
y era tan increíble
que mi cuerpo insensible
todavía llorara.

Y pasaron los años,
cómo pasa la vida!
y te trajo a mi lado
como una resaca
que se acerca a la orilla.

Y no pude vengarme
ni escucharte quería,
sólo di media vuelta
y mi cuerpo, tan sabio,
te dejó una sonrisa.


Imagen del film
Wolf of Wall Street