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Escribo desde siempre. Sin pretensiones intelectuales, ni locas vanidades de reconocimiento. Alentada por la persona que más amé en el mundo, a quien agradezco y humildemente dedico este blog... a mi madre.-

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Aquéllos que me conocen me reconocen en lo que escribo, los que no, pueden empezar a hacerlo desde aquí; de cualquier manera ten la gentileza de dejar tu sincera opinión.
Ojalá lo disfruten.-

lunes, 31 de julio de 2017

LOS PASEOS CON MAMÁ



Cuando yo era muy chica y aún no iba a la escuela
paseaba de la mano de mi linda mamá,
con su vestido verde y melena tan rubia
revelaba el secreto de la felicidad.


Me enseñaba los nombres de las calles del barrio,
me explicaba el gran arte de aprender a cruzar,
hacíamos mandados con una lista escrita,
el pan, leche, manteca, dulce para papá.


Verduras para el caldo, laurel, comino albahaca,
el carrito de feria rodaba sin parar
y al pasar por la esquina donde vendían plantas
el ramo de violetas que no podía faltar.


De regreso pisábamos las hojitas más secas
para ver quien ganaba en hacerlas sonar,
inventaba una historia cuando yo me aburría
y luego me decía “ya vamos a llegar”.
Otras veces paseamos por Parque los Aliados
con la bici heredada de mi hermana mayor
y salía riendo con ella a la carrera
y volvía llorando con enorme raspón.


Yo recuerdo un Salón en la calle Rivera
que vendía regalos y útiles para escuela.
Cada vez que yo entraba al pequeño comercio,
mi madre no podía hacerme regresar.


Me pasaba las horas pegada a la vidriera
mirando un caballito precioso de cristal
y en mi mente soñaba que podía moverse
e incluso lo veía correr y galopar.


Era azul como todas las cosas de mi infancia
y si así no lo fuera, no sería real,
tenía una melena brillante y cristalina
y unos ojitos negros que no podré olvidar.


Un día de verano soplé cuatro velitas,
vinieron los abuelos, los tíos y demás
pero mamá me trajo una caja celeste
y ya, antes de abrirla, me había puesto a llorar.


Mi madre era tan linda con su vestido verde
con su pelo tan rubio y sus ojos de mar,
Dios salve mi memoria y que siempre me acuerde
de los largos paseos que hacía con mamá.

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2 comentarios:

  1. Gracias Selva. Mi mamá como todas las mamás del mundo era única, jaja y realmente muy tierna. Gracias por leer. Un beso grande.

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