Esa puerta cerrada
tan solemne y siniestra,
la que pocos traspasan,
la que ya no da fiestas;
esa puerta parece
no querer que la toquen,
tiene lustre en el roble
y brillantes los bronces.-
¿Qué secretos encierra?
¿Qué silencios apresa
esa puerta cerrada
que ya nunca da fiestas?
Y esta otra, entreabierta
al descuido, sin miedos
que te invita, te espera
con chirridos y besos.-
¿Qué bullicios alegres
se liberan tras ella?
Esta puerta no quiere
ver cerrojos ni rejas,
se contenta en la noche
con poder ver estrellas.-
Esta puerta entreabierta
que, en el viento aletea,
se parece a dos manos
que se juntan y rezan
y se pasa la noche
esperando que vuelvas.-
Puerta . Enrique Medina
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